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Las ventajas de NO tener pareja

Las ventajas de ser soltero (o cómo NO tener pareja te hace exitoso)

Las películas, la televisión, la familia y los amigos se han encargado de hacernos sentir bien mal por no tener  pareja. Aún tengo fresco en mi memoria las invitaciones a fiestas que no se me hicieron porque a mis treintas era soltero (o aquel incómodo momento en que en alguna boda el fotógrafo decidía que el estar sin pareja no me hacía acreedor a una fotografía del recuerdo).

Afortunadamente, un grupo de investigadores le dan a todo soltero del mundo la mejor arma para amargarle la vida a aquellas felices parejas: al parecer, ser soltero te hace más exitoso.

Para la sociedad, siempre tan buena onda, la vida en pareja es lo mejor que podría pasarle a una persona. De hecho, cada reunión familiar es una oportunidad para restregarte en la cara que las personas solteras estarían mejor si se casaran. Sin embargo, recientes estadísticas muestran que cada vez hay menos solteros (al menos en Estados Unidos).

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Nomás para que se den una idea: resulta que por allá de 1962 la mitad de las personas de 21 años ya estaban bien casados, y el 90% de los chavos de 30 también (incluso algunos iban ya en sus segundas nupcias). Muchos años después, en el 2014, las cifras se modificaron drásticamente. Sólo el 8% de jóvenes de 21 estaban matrimoniados y los de 30 sólo el 55%.

Evidentemente los amargados que quieren odiar a los solteros se encargaron de echarle la culpa de esto a la decadencia de una sociedad automatizada, atormentada por esa tecnología que día a día nos aliena y nos convierte en unos solitarios narcisistas (¡Ay, güey, qué bonito sonó eso!). Pues no.

La respuesta podría estar en que la soltería tiene un impacto muy profundo en el alto nivel de éxito de una persona.

Todo esto según Eric Klinenberg, sociólogo de la Universidad de Nueva York, quien se ha dedicado al estudio de los solteros (pues al parecer no tiene pareja y tiene mucho tiempo libre).

Básicamente Klinenberg nos plantea que quizá ser soltero no sea tan malo como nos lo quieren hacer creer y estas algunas de las razones que sus investigaciones han encontrado.

Los solteros tienden a ser más sociables

Esto va más allá de lo evidente (casi como decía León-o), pues no sólo es una cuestión lógica de “si soy soltero necesito conocer gente para dejar de serlo, por ende soy más sociable”. No, nada tiene que ver con la búsqueda de novio o novia.

Resulta que comparado a la gente casada los solteros son más propensos a mantener contacto con sus familiares y a socializar con amigos y vecinos (como si no tener pareja con quien pelear nos pusiera de buenas quién sabe por qué).

De acuerdo a estadísticas realizadas en los Estados Unidos, los solteros norteamericanos pasan cerca de 12 minutos al día contactando a sus familiares (entre mails, llamadas y el clásico y bonito grupo familiar del whats). Los casados, sin embargo, sólo pasa 7.8 minutos al día (quizá porque el resto del tiempo lo dedican a la pareja para mandarle mensajitos cursis de amor o explicaciones de algo que seguramente hicieron mal y ni se dieron cuenta).

Pasan más tiempo con su persona favorita: ellos mismos

Ante situaciones complicadas siempre cae bien un abrazo amigable o, como decía Enrique Guzmán, una cabeza en un hombro. Los problemas parecen menores cuando tienes el apoyo de alguien pero la realidad es que no hay cosa más reparadora que la soledad al no tener pareja. Ese tiempo en el que estamos solos siempre es el mejor para descubrir quiénes somos y qué le da sentido a nuestra vida.

Según los estudiosos del tema, vivir solos nos ayuda a emprender valores como la libertad individual, el control personal y la auto-realización. Es decir que ese momento en que te paras frente al espejo y te dices a ti mismo “mi mismo, soy chido y merezco respeto”, te hará mejor persona (y claro, estando solo es muy probable que tengas estos monólogos internos muchas veces al día).

Tienen más tiempo para actividades de ocio

Dicho de forma más directa, los soltero son más ociosos. La libertad que otorga el sólo pensar en uno mismo te hace más propenso a participar en múltiples actividades.

En números la situación está así: mientras los solteros dedican unas seis horas al ocio, los casados sólo cuatro. Para que se den una idea, un soltero pasa un promedio de tres minutos más al día ejercitándose o jugando algún deporte que los casados, unos 15 minutos más jugando juegos de mesa o estando en la computadora y 16 minutos más viendo la televisión (ahora saben por qué sigo atorado en la tercera temporada de Game of Thrones. Gracias, mi amor).

Las mujeres solteras ganan más que las casadas

No existe claridad de por qué pasa esto, pero estudios realizados por la Universidad de Virginia y por el departamento de economía de la American University tienen números que sugieren que las mujeres norteamericanas solteras perciben un mejor salario que las casadas. Las solteras entre 28 y 30 años llenan sus cuentas bancarias con 1, 349 dólares más que las casadas, y las que están entre los 44 y 46 años, 1, 465 más.

Los hombres solteros trabajan menos horas

Ese mismo estudio, reveló que los hombres entre 28 y 30 años trabajan 441 horas menos que un casado. Mientras que los que están en el rango entre 44 y 46 laboran 403 horas menos si son solteros (pa’ mi que los casados no quieren llegar a sus casas y por eso se quedan más tiempo en la oficina).

Más ejercicio, mejor salud

Ya vimos que ser soltero mejora tus relaciones personales, que te deja hacer más cosas en tu tiempo libre (que por cierto es mayor pues trabajas menos) y que ganas más dinero. ¿Qué más podría faltar? Claro, el ser más saludable.

Investigadores de la Universidad de Maryland encontraron que hombres y mujeres entre los 18 y 64 años que declaran no tener pareja y que jamás se han casado tienden a ejercitarse más cada semana que los casados o incluso divorciados. Además, resulta que el 25% de los hombres son menos propensos a tener sobrepeso u obesidad en comparación con los hombres casados (como si estos últimos se abandonaran pensando que ya no vale la pena esforzarse pues su vida está acabada).

Ahí tienen varios estudios que podrán utilizar la próxima vez que alguien los vea feo por no tener pareja (aunque esto a las mamás y tías metiches francamente les importará un reverendo cacahuate cuando te terminen comparando con el primo doctor que está casado y tiene dos hijos).

Daniel García