Cultura

Muere el artista plástico Francisco Toledo, a los 79 años

Tras conocer la noticia, diversos organismos resaltan la labor que el artista plástico realizó como activista, luchador social, ambientalista y filántropo social Francisco Toledo.

A través de redes sociales se informó del fallecimiento del artista plástico Francisco Toledo, a los 79 años de edad.

Tras conocer la noticia, diversos organismos resaltan la labor que el artista plástico realizó como activista, luchador social, ambientalista y filántropo social.

El pintor, grabador y escultor de origen juchiteco era considerado uno de los mayores artistas de México, y cuenta con amplio reconocimiento nacional e internacional.

Toledo, quien recientemente visitó la Ciudad de México, un lugar entrañable para él pues vivió aquí por cinco décadas, falleció en su casa esta tarde, en la ciudad de Oaxaca. Su nombre completo es Francisco Benjamín López Toledo y nació en 1940 en Juchitán, Oaxaca.

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, lamentó la muerte del «artista universal» y enfatizó que deja «su pasión por nuestro estado y su espléndida calidad humana».

Quien fuera promotor de la cultura mexicana también fue un destacado ambientalista y filántropo social.

Hasta el momento, no se ha dado mayor información respecto al fallecimiento del artista oaxaqueño.

Fue un artista plástico mexicano que también tiene una destacada labor como activista de izquierda, luchador social, ambientalista, promotor cultural y filántropo, ha apoyado numerosas causas enfocadas a la promoción y conservación del patrimonio artístico mexicano, orientada al libre acceso a la formación artística y el cuidado del medio ambiente.

Francisco Toledo fue uno de los mayores artistas vivos de México, con con amplio reconocimiento internacional. Fue experto impresor, dibujante, pintor, escultor y ceramista. Su arte reflejó un gran aprecio por la estética de la naturaleza, particularmente la de animales que no son convencionalmente asociados con la belleza como monos, murciélagos, iguanas, sapos e insectos.

En su escultura tiene dos formas de expresión, una donde representa cosas del mundo natural, específicamente bestiarios de distintos animales y otro donde se despega totalmente de la realidad.

“Fragua, de ese modo, un universo que ata cabos con lo real y, simultáneamente, despliega la metáfora”.

​Esta última se deja ver en su obra gracias a que representa figuras humanas y de otros animales en una forma de apareamiento ya sea explícito o simbólico.​

La visión moral de Toledo afirma que el mundo de los humanos y el de los animales son uno con la naturaleza.

En sus cuadros se representa mucho la androginia2​ Toledo usa la modernidad y la vanguardia de otras civilizaciones, especialmente la europea, para sus obras y muestra un sentido de lo fantástico muy desarrollado al crear criaturas antropomórficas que son a la vez monstruosas y juguetonas, personajes que incluye en sus papalotes, libros de artista, máscaras, piezas de joyería y complejos grabados.

​ Debido a sus obras, se dice que Toledo pertenece a la Generación de la Ruptura aunque no haya pertenecido históricamente a la misma.2​