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Síndrome de Burnout: Mamás agotadas y estresadas

Cada vez más madres padecen el Síndrome de Burnout, una respuesta que da el organismo a un periodo prolongado de estrés, demasiada exigencia o responsabilidad.

El síndrome de Burnout se basa en una respuesta (numerosos síntomas) que da el organismo como respuesta a una época de estrés intensa. Lo sufren mucho los trabajadores y, ahora también, las mamás y los papás.

Con la llegada del bebé el mundo para los papás se pone patas arriba. Hay una persona a quién cuidar completamente y que es totalmente dependiente de nosotros. Además, nos puede entrar miedo a no saber cuidarle, las pocas horas de descanso por los ritmos de sueño (no sueño para nosotros) del bebé y todo eso, puede provocar un estrés total en la madre o el padre con síntomas varios. Y si además, somos padres de varios peques, todo ello se incrementa.

Uno de los mayores problemas para diagnosticar el síndrome de Burnout es el hecho de que sus síntomas se pueden confundir fácilmente con muchas otras patologías.

El síndrome de Burnout se basa en una respuesta al estrés que sufrimos los padres por querer ser perfectos.

Los síntomas
  • El síndrome de Burnout se manifiesta de las siguientes formas:
  • Agotamiento físico. Por el bebé, por sus horarios que no son nada compatibles con lo que estamos acostumbrados, etc.
  • Ganas de llorar, tristeza y sentimientos, en general, negativos.
  • Aislamiento social.
  • Pérdida de apetito y, por tanto, de peso.
  • Dificultad para dormir.
  • Pérdida de intereses y de motivaciones.
  • Estado de nerviosismo constante, así como dificultad para concentrarse.
  • Dolores: de cabeza, de estómago, etc.
  • Sentimiento de fracaso, de agotamiento e impotencia y, además, dificultad para pensar con claridad.
  • La falta de conciliación, intentar ser perfectos o intentar controlar todo son algunos factores para desencadenar el síndrome
¿Por qué se suele sufrir este síndrome?

Las dificultades que existen para la conciliación son un factor clave en la aparición de este síndrome. Tratamos de ser las madres perfectas: compaginar trabajo con familia y tener, en consecuencia, miles de tareas. Cumplir en tu puesto, ir con los niños al cole, sus actividades extraescolares y tenemos ese deseo de perfección.

¡Ojo! Que es perfectamente aplicable a los papás. Asumen sus tareas, quieren trabajar, llevar a los niños al cole, recogerles, hacer cosas divertidas pero a la vez educativas los fines de semana…

Creamos ese deseo de serlo todo a la vez, lo que provoca un gran desgaste y, por supuesto, genera un gran estrés.

Otra de las causas por las que aparece este síndrome es no sentir que está todo “atado”. Es decir, los padres tendemos a ser sobreprotectores, sin embargo, a medida que los niños crecen podemos sentir que se nos escapan de los manos determinados cuidados y que no podemos estar protegiéndoles siempre de todo. Esta pérdida de control, también puede provocar la aparición del síndrome de Burnout.

Cómo evitarlo

Ante cualquier síntoma que notemos, veamos que la situación se nos va de las manos o estemos cambiando nuestra forma de ser, es importante acudir a nuestro médico o especialista para que nos ayude y nos dé el tratamiento que crea conveniente.

Es importante saber qué es lo que necesitamos en cada momento. Si nuestro cuerpo pide un descanso, hay que dárselo.

No estamos solos en la tarea de ser padres. Tenemos gente que nos ayuda: nuestra pareja, padres, amigos e incluso en algún momento podemos dejar a nuestros peques con un canguro para poder tomar el aire solos.

Si nos sentimos muy estresados podemos optar por hacer actividades relajantes: yoga, mindfulness, practicar pilates, etc. Todas estas actividades están, de hecho, recomendadas para niños.

No te olvides de seguir unos hábitos saludables: una dieta correcta, hacer ejercicio, descansar…Todo ello nos ayudará a llevar una mejor vida, además de que estaremos relajados. ¡Importante! Hay alimentos que te ayudan a combatir el estrés y otros, por el contrario, te dejan más cansado.

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