Sudores nocturnos, por qué se presentan
Los sudores nocturnos, o la sudoración excesiva durante las horas de sueño, hace que las personas que los sufren se despierten bañados en sudor, lo que disminuye su calidad de vida.
Cualquier persona puede presentar ocasionalmente Sudores nocturnos en verano o por causas físicas, como abrigarse demasiado, pero cuando el problema se cronifica (se repite todas las noches durante un periodo de tiempo) puede que los sudores nocturnos sean síntoma de alguna enfermedad.
La sudoración es una función normal del cuerpo, por la cual regula su temperatura secretando fluido de las glándulas sudoríparas. El objetivo del sudor es mantener al cuerpo en una temperatura constante, de unos 36 grados centígrados.
No obstante, la sudoración puede volverse excesiva, hasta el punto de que las personas se encuentran bañadas en sudor. Cuando esto ocurre mientras se duerme, hablamos de sudores nocturnos, y puede ser síntoma del alguna patología médica.
La sudoración nocturna es un síntoma general que se manifiesta en muchas enfermedades diferentes. Sobre todo, en el caso de infecciones y tumores. Los sudores también pueden aparecer sin un motivo aparente y sin estar relacionados con una patología. En este caso se denominan sudores idiopáticos, y en muchos casos suele tener un componente genético, o bien estar relacionado con algún problema del funcionamiento del sistema nervioso simpático.
Algunas causas posibles de los sudores también pueden relacionarse con causas hormonales, enfermedades metabólicas, como efecto secundario de algunos medicamentos, o por enfermedades más graves como un tumor. La combinación de sudores nocturnos, fiebre y pérdida de peso, que se presentan sin razón aparente, se denomina en medicina síntomas B y pueden estar relacionados con un proceso canceroso.
En una enfermedad grave, si existen sudores nocturnos lo normal es que se presenten junto con otros síntomas. Por ello, si sufrimos en alguna ocasión sudores excesivos durante el sueño, no debemos preocuparnos. Aunque sí será recomendable consultar con un médico si el problema se vuelve habitual.
Repasa las siguientes recomendaciones para controlar y combatir una sudoración excesiva y olorosa.
Alimentación sana. Somos lo que comemos. Y es que, la alimentación también influye en el correcto control de la sudoración. Las comidas demasiado pesadas, hipercalóricas o picantes pueden estimular las glándulas sudoríparas y provocar un aumento de la sudoración. Lo mejor es llevar una alimentación variada y equilibrada rica en frutas y verduras y evitar los excesos.
Hidratación correcta. Diariamente hay que beber suficientes líquidos para asegurar un aporte adecuado. Y es que, a través de la sudoración se pierden líquidos. Las infusiones frías, los zumos naturales y los sorbetes de frutas son alternativas perfectas para aumentar la ingesta de líquido en los días de calor.
Reducir el consumo de café. El café es un estimulante que puede aumentar la temperatura corporal y favorecer la sudoración. Por este motivo es recomendable no tomar demasiado café a lo largo del día y sustituirlo por otro tipo de bebidas.
Higiene personal. Mantener una correcta higiene personal ayuda a eliminar células muertas y bacterias de la piel. Además, evita y previene la sudoración excesiva y el mal olor. Además, ayuda a refrescarse, sobre todo en los días de calor.
Evitar el sobrepeso. La obesidad y el sobrepeso son factores que predisponen a una sudoración más elevado de lo normal. Cuidar el peso ayuda a evitar el exceso de sudor.
Evitar el estrés. Las situaciones estresantes y agobiantes como una reunión de trabajo, una entrevista o un examen, pueden provocar un aumento de la sudoración. Existen técnicas de relajación que ayudan a mantener la calma y evitar este tipo de reacciones del organismo.
Tejidos adecuados. A la hora de comprar ropa hay que decantarse por tejidos naturales y transpirables tales como algodón, seda o lino. Los tejidos sintéticos favorecen el olor.
Evitar el calor. El calor excesivo suele ser una de las causas de la sudoración excesiva. Por este motivo, es recomendable evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día, entre las 12 del mediodía y las 17 de la tarde.
Usar desodorante. Usar desodorante y productos de higiene personal adecuados ayuda a mantener controlada la sudoración y el exceso de sudor. Hoy en día existen desodorantes que se adaptan a cada tipo de piel y hábitos. Lo ideal es aplicar el desodorante sobre la piel limpia y seca como complemento a la higiene diaria.
Hábitos saludables. Evitar el consumo excesivo de alcohol, abandonar el hábito tabáquico, practicar ejercicio físico de forma regular y dormir las horas necesarias ayuda a mantenerse sano y regula las funciones del cuerpo y por tanto ayuda a controlar la sudoración.
Recuerde que lo importante es consultar a su médico de confianza.
Dra. María Gemma Tena