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Qué hacer ante los berrinches o rabietas

¿Qué debo hacer ante los berrinches de mi hijo?

“¿Qué debo hacer ante los berrinches de mi hijo?”. Ésta es una de las preguntas más recurrentes por parte de los papás. Estas técnicas no aplican a berrinches de persona mayores de 20 años.

Y es que, aun cuando generalmente tienen una idea sobre lo que deben hacer (asertiva o no), como ignorar, aislar, encerrar, no tomar en cuenta, no conceder contacto visual o no hablar, entre otras recomendaciones, hay que tomar en cuenta la complejidad de la situación, y el hecho de que implica una gran cantidad de emociones que puede ser fácil juzgar pero difícil de manejar en el momento.

Lo primero y más importante que debemos saber es que los berrinches o rabietas son la forma que tiene el niño para comunicar su frustración ante determinadas circunstancias; es la manera que ellos tienen de decirnos que no están de acuerdo con alguna situación. En ocasiones pueden usar los berrinches para manifestar cansancio, hambre o incluso miedos e inseguridades.

Así es como ellos manifiestan la emoción provocada por la situación en la que se encuentran, y lo hacen así porque hasta el momento no cuentan con las habilidades para hacerlo de otra forma, no están preparados o no lo han aprendido aún.

Esto es importante para entender que, al enfrentarse a un berrinche, lo que los papás deben hacer es ir enseñando a su hijo a cambiar esa forma de manifestar su inconformidad, evitando reprimir sus emociones, ya que éstas surgen de manera natural y son parte del ser humano.

Éstas son algunas técnicas que pueden ayudar a los papás a manejar los berrinches de sus hijos:

  1. Nunca lo abandones, es importante que su hijo se sienta valorado y escuchado. Encerrarlo o dejarlo solo en algún lugar solo incrementará su ansiedad y le será más difícil calmarse.
  2. Baja la voz y escúchalo. Acercarte a él y dile con voz calmada: “Tranquilo, yo quiero escucharte y ayudarte, pero es importante que estés tranquilo para que pueda entender qué necesitas”.
  3. Si el niño lo permite, busca contacto físico, abrázalo y dile que estás ahí para él.
  4. Pídele que respire pausadamente, que inhale y exhale profundamente; eso ayudará a que deje de llorar y pueda expresarse con palabras.
  5. Una vez que se tranquilice ofrécele opciones para resolver la situación.

Si estás en un lugar público:

–       Te lo llevas a donde puedan estar los dos solos, puede ser tu auto, el baño o simplemente te sales del lugar por un momento, dejas que se calme sin discutir, pero no  cedes a sus peticiones y lo invitas a reflexionar con las preguntas anteriores.

–       Todo esto lo vas a realizar con un tono de voz firme, no le hables con ternura, porque sabrá que cederás en cualquier momento.

            El marcar límites a los hijos no significa que no los quieres, al contrario, porque los quieres lo estás haciendo, ya que le estás ayudando a superar esas primeras dificultades que aparecen en su vida.

De no ser así vendrán consecuencias cada vez más grandes como padres de familia, pero sobre todo para él, siendo una de ellas que en la adolescencia tus hijos no presenten tolerancia a la frustración y no respeten a las personas mayores.

Lo anterior no significa que logrará su objetivo, y menos si éste está relacionado con una mala conducta. Simplemente le estarás enseñando  que hay maneras de expresar lo que le molesta sin necesidad de hacer un berrinche.

Si no hay una alternativa de solución, puedes dejar que esté triste por un momento dándole acompañamiento y haciéndole saber que estás ahí para cuidarlo y amarlo, pero no para ceder a todas sus peticiones, es bueno que el niño sepa que aunque lo ames profundamente no cederás a este tipo de manifestaciones.

Fuente: CIFAC.