Nacional

Si hubiera parque, no habría Guardia Nacional/ Ángel Dorrego

Si hubiera parque, no habría Guardia Nacional/ Ángel Dorrego

La operación de la Guardia Nacional (GN) ha iniciado de manera convulsa. El proyecto de seguridad pública federal de este sexenio, que busca dejar atrás los intentos de los gobiernos anteriores, llámese Policía Federal Preventiva (PFP), Policía Federal (PF) o Gendarmería; se estrenó como cuerpo de contención migratoria con todo y las quejas del diputado Porfirio Muñoz Ledo. Y a esto hubo que agregarle bloqueos y manifestaciones de los efectivos de la PF quienes acusan la pérdida de derechos laborales con el cambio de asignación a la nueva institución de seguridad. Entonces hubo señalamientos de actores participantes o afines al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador acerca de la falta de disciplina y compromiso de los integrantes de la corporación.

El primer uniforme que recibieron constaba de un pantalón de pants beige de talla por lo menos extra grande, una camiseta con el escudo estampado y una gorra. Muy diferente de lo que se presentó poco tiempo después del anuncio de la creación de la Guardia Nacional. Se les ubicó en un albergue y el flujo de alimentos fue irregular. Los elementos asignados mostraron molestia al sentirse humillados y degradados, y algunos hicieron público su malestar. La respuesta que más llamó mi atención de parte de un funcionario gubernamental fue que en la cuarta transformación era otra cosa, que no los iban a hospedar en hoteles de cadena ni los iban a alimentar en restaurantes con la misma característica. Hasta el momento yo no he visto a ningún funcionario de alto nivel en el área de seguridad usar ese uniforme que no le genera respeto ni al más impresionable de los párvulos, ni llevar comida u hospedarse en albergues para no gastar viáticos.

Pero lo mejor fue un reclamo a los gobiernos de los Estados y municipios en cuanto a que deberían ayudar con la carga de sostener a las fuerzas que les están apoyando a combatir el flagelo de inseguridad que acecha a nuestro país. Suena justo, pero es ilógico. Me remontó a la batalla del Convento de Churubusco en 1847 durante la invasión estadounidense para ilustrar la contradicción. La batalla fue ganada por los invasores, quienes exigieron al general derrotado en batalla, José María Anaya, que entregara las municiones que tuviera en el lugar. Anaya respondió con la frase que grabó para la historia: “si hubiera parque, no estaría usted aquí”. Igualmente, si los estados y municipios tuvieran la capacidad de desplegar fuerzas extraordinarias para labores de seguridad pública, lo cual es de las cosas más caras que puede hacer un gobierno sin construir infraestructura, ni siquiera se necesitaría de un cuerpo federalizado.

Entiendo que los uniformes ya han sido sustituidos. Qué bueno. Esperemos que la actitud hacia los cuerpos de seguridad también se modifiqué para construir por fin una fuerza con solidez institucional, personalidad, principios e identidad propias. Esto es oneroso, no hay duda. Si quieren que los Estados los apoyen, que lo pongan en los reglamentos de operación correspondientes. Si quieren que se hagan responsables de su territorio, que se hagan las reformas legales necesarias para que utilicen mayores recursos de su presupuesto para ese fin. Y que se busque hacer estándares nacionales válidos. Lo que no es útil es que se hagan las cosas a medias, se presenten mal y luego se culpe a los demás por no ayudar. Claro que deberían, pero se les echa en cara una vez que el tropiezo es evidente, no en el tiempo adecuado. Mientras, debemos a formar una institución en que los que trabajan ahí tengan un espíritu de cuerpo y orgullo por su labor. Y con el tiempo capacidades propias de despliegue de tropas autosuficientes, como el ejército y la marina, a los cuales les ha costado años de disciplinado trabajo logístico y presupuestal. Pero hay que empezar algo que pueda consolidarse transexenalmente, porque es imposible formar instituciones útiles si se les reinicia cada sexenio. Nosotros empezamos el intento hace 20 años. Hoy seguimos intentando empezar. Y eso que el tema de la seguridad es prioritario.

Educación

Por Ángel Dorrego

Analista, consultor y asesor político. Especializado en temas de seguridad y protección civil. Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México, Maestro en Estudios en Relaciones Internacionales también por la UNAM. Cuenta con experiencia como asesor de evaluación educativa en México y el extranjero, funcionario público de protección civil y consultor para iniciativas legislativas.
Correo para el público: adorregor@gmail.com

Foto agencias Nación 321